Pablo Giadach: “hacemos música porque nos gusta hacer música”
- Fernanda Schell
- 11 jun 2018
- 6 Min. de lectura
En Chile on the Rock, fuimos a Estudio Lautaro para conversar con el hombre que está detrás de las perillas, Pablo Giadach, músico chileno, productor de grabación, guitarrista de The Ganjas y ex vocalista de Casino.
Conversamos acerca de sus inicios, música chilena, sus estudios, The Ganjas y otras cosas más. Para saber más, lea la siguiente entrevista.

Pablo Giadach. Gentileza de Facebook.
¿Cuál es la primera imagen que tienes apretando REC?
-Es de las primeras imágenes que tengo de mi vida jugando con una radio, o una casetera de esas antiguas mirando hacia arriba, apretando los botones. En mi casa habían muchas máquinas y grabadoras, porque mi viejo era aficionado al sonido y yo las usé como juguete durante toda la vida.
¿Qué te motivó a seguir ese camino?
-No fue muy pensado, como que estaban ahí y yo siempre usé las grabadoras. Cuando chico grababa canciones que me gustaban de la radio, como todo el mundo me imagino o de mi generación. Me hacía compilados de discos. No te estoy hablando algo que no haya hecho de mi generación, todo el mundo quizás pasó por lo mismo y la diferencia fue cuando empecé a tocar guitarra y me empecé a grabar a mí mismo tocando. Ahí comencé a hacer canciones de una manera súper precaria porque ninguna de estas grabadoras era muy profesional. Siempre tuve cercanía a las máquinas y saber usarlas intuitivamente, eso fue que me hiciera interesando en ese camino.
¿Qué música escuchabas en ese tiempo?
-Yo me acuerdo que lo primero que escuché fue el rock latino, que es lo que sonaba en la radio, Soda, Zumo, Virus, lo clásico. Lamentablemente la música chilena sonaba muy poco y lo que sonaba no era tan de mi gusto en esa época. Y también cosas anglo. Desde muy chico escuché The Cure, que ha sido de mis bandas favoritas. De esa época, lo clásico, B-52's.
Desde chico me bajó por ser muy melómano, entonces grababa todo, me dedicaba a armar mis propias colecciones según lo que estuviera disponible.
Mencionaste a Soda Stereo, y ganaste el concurso para grabar un tema del álbum Bocanada de Gustavo Cerati. ¿Qué sucedió después de eso?
-Después de eso fue una sensación de estar haciendo bien las cosas. Alguien que yo admiraba mucho que me eligiera entre un montón de gente y yo tenía 17 o 18, entonces para mí fue un “bust” de confianza para dedicarme a la música, era algo que quería hacer.
¿Lo conociste? ¿Qué dijo acerca de lo que grabaste?
-Es que eso fue muy bacán, se notaba que él había escuchado el tema. Esto fue un concurso que había que hacer un remix de un tema del Bocanada, pero no estaban las pistas, era algo demasiado difícil. Pero a mí se me ocurrió, porque justo me estaba metiendo a grabar en computadores, y en esa época usaba el Frutiloops. Lo que hice fue hacer un tema mío, a partir de cero y filtré del Bocana la voz de Cerati de Raíz y le puse la voz a ese tema. Entonces él me comentó que le había encantado el tema. Se notaba que él tipo lo había escuchado.
¿Y eso cómo influenció a tu carrera?
-Me dio la confianza para seguir haciendo lo que hago hasta ahora.
En aquella época también tenías bandas, ¿eso te permitió enfrentar de mejor manera el trabajo con los músicos?
-No creo porque en esa época grababa de “patuo”. Porque en el fondo yo era un músico más en ese momento. Me sirvió para entender un poco cómo se arma un disco. Me sirvió más por la parte musical.
Tú primer disco fue con Casanova…
-Ese fue el primer disco que se editó y que sonó en la radio.
¿Qué sentiste que sonará en la radio?
-Fue bacán escuchar por primera vez algo que había grabado yo y que sonará bien por la radio, era algo muy satisfactorio.
¿Cómo inició el Estudio Lautaro?
-El Estudio Lautaro es como mi cuarto estudio, pero es primer estudio profesional.
Mi primer estudio fue Orange, fue donde grabamos Casanova, el primero de Casino, el primero de Bélico, Espías y hartas cosas. Eso era en una sala de ensayo Bellavista y allí empecé a grabar en serio. La sala de ensayo era todo precario, con tres micrófonos, un computador. Después tuve otro estudio en una casa donde vivía. Arrendé una casa con unos amigos, entre varios y el living lo usaba como estudio, cuando llegaba una banda ya no teníamos casa. Después fui parte de Algo Records y estuve grabando un par de años. Pero todo era muy nómade y un estudio no puede ser tan nómade porque siempre tienes que invertir en acústica o en el espacio físico. Así que ahora me instalé en Lautaro.
¿Cómo se compatibiliza el trabajo de músico y de ingeniero?
-Es la raja porque estoy todo el tiempo en música, puedo decir que vivo de la música y eso es mortal. Además es una retroalimentación constante, aprendo cosas que las aplico en otras.
Tuviste la oportunidad de trabajar con Jack Endino un productor de bandas como Soundgarden y Nirvana. ¿Cómo fue esa experiencia?
-Increíble, es que ya somos súper amigos con Jack. Es una persona increíble, generoso con todo lo que sabe, con todo lo que hace. Tenemos una relación súper cercana y estoy intentando traerlo todos los años, a él le encanta venir.
La primera vez fue increíble, yo era totalmente autodidacta, y cuando vino fue la primera vez que me enfrenté a algo realmente profesional. Un gigante, una trayectoria brutal de miles de discos que ya había escuchado y que me gustaban mucho. Ver cómo trabaja él y darme cuenta que no estaba haciendo tan mal las cosas, pese que era autodidacta. Además aprendí muchísimo, fue pura buena onda. Aparte con los Ganjas nos afiatió harto como banda.
¿Qué proyectos tienes a futuro con él?
-Yo estuve en Seattle en su casa, estuvimos tocando en un proyecto Beyong Captain Orca. Y espero que a finales de este año o principios del próximo venga de nuevo y tratar de tocar de nuevo con él. Lo invitamos a tocar nuevamente con los Ganjas.
¿Será el quinto Ganja?
-Jajaja, sí, yo creo.
También has tenido la oportunidad de trabajar con bandas internacionales como The Jesus & Mary Chain cuando vinieron a Chile ¿Cuán diferente es laburar con este tipo de agrupaciones en comparación con las nacionales?
-Yo en esos casos me pongo cien por ciento entregado al aprendizaje. De los The Jesus & Mary Chain, yo escuché el Psychocandy cuando estaba en el colegio y me partió la cabeza. Entonces después llegar a grabarlo, en mi estudio, que estén terminando el tema, fue una guea loquísima, muy raro, algo demasiado surrealista y fue bacán.
No sé qué tan distinto es, porque técnicamente es lo mismo. Pero para mí fue una situación de absorber información total.
¿Qué te aporta esa experiencia para el trabajo con los músicos chilenos?
-Es que el trabajo en estudio, para mí como lo veo, es documentar una situación que ocurre y tratar de sacar la mejor foto posible de una banda. Fue una experiencia alucinante.
¿De qué manera vas aportando para lograr el objetivo que se plantea cada banda?
-Yo trato de aportar con mi experiencia, trato de hacer tangible las ideas que tienen.
Creo que tengo una experiencia, un dominio técnico para hacer tangible una idea que tengan en su cabeza. También trato de sacar su mejor performance. Trato de que los músicos estén súper cómodos, cosa que no haya ninguna distracción y puedan hacer los que quieran. Trato de no imponer nada. Obviamente doy mis ideas y trato de sugerir cosas para la canción. Al final el dueño de la pelota es el músico. Yo solo estoy trabajando para ellos.
¿Qué hace exitoso un trabajo en estudio?
-Que lleguen con las ideas claras, que lleguen ensayados, preparados con los instrumentos listos. La preparación y la claridad es lo principal.
¿Qué relevancia tiene para ti el álbum Daybreak?
-Me fascina ese disco, es de las mejores cosas que he grabado en toda mi vida como ingeniero de grabación, porque además coincidió con que nos hicimos muy amigos y con que yo entré a tocar a la banda.
De a poco empezamos a meter cosas ese disco. Con Sam hicimos una mezcla súper larga, grabábamos cosas mientras estábamos mezclado y empezamos a meter coros míos, guitarras.
Ese disco abrió un montón de cosas, independiente de que el trabajo me parece increíble, no solo de la producción, los temas son la raja. Es un súper buen recuerdo. Fue el inicio de muchas cosas.

Pablo Giadach en Bar Loreto.
¿Qué proyectos tiene a futuro con The Ganjas? ¿Qué pasó con el disco que tenían en proceso de grabación?
-Está ahí todavía, en algún minuto lo vamos a tener.
¿Y qué proyectos tienes a futuro como músico, productor?
-Tengo una colección de temas míos que voy a sacar, no sé bajo qué nombre, pero son demos que derivaron en un disco que conservan ese sonido de demo. Son doce temas que voy a sacar pronto. Y seguir tocando con los Ganjas, siempre tocar.
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